Ya estamos aquí. “Un año más”, diría Mecano y un año más también decimos —con diferentes entonaciones de júbilo o hartazgo— todos los que pasaremos este día viendo una y otra vez a Bad Bunny, a Luis Miguel y, quizá—por un tío demasiado tío—, hasta a Maná en las imágenes del Spotify Wrapped. 

Seamos sinceros, poco a poco este hecho se ha convertido en una tradición, en ese día que todos esperamos para ver qué tan melómanos somos, para recordar cómo nos rompieron el corazón y una canción nos sacó adelante, o para ser conscientes de cuántas horas escuchamos a personas hablar sobre diferentes temas. Porque si nos ponemos a analizar, esto no sólo se trata de canciones. 

El sentido de la audición es uno que puede jugarnos muy buenas pasadas, o, de plano, ocasionarnos terribles dolores de cabeza. No podemos apagarlo. Por ejemplo, si eres de esos que se marea con la sangre, puedes ordenarle a tus párpados que cubran tu visión. Si odias el sabor de la arúgula, puedes simplemente omitirla del menú. Si odias la sensación de alguna tela contra tu piel, no la tocas. Son sentidos que podemos “controlar”, digamos. La audición está presente siempre. Está ahí cuando intentas concentrarte para leer, está ahí cuando le suben el volumen a la canción que odias, está ahí, incluso, cuando duermes. Es obvio que la escucha en la era digital, iba a tomar gran relevancia. 

Spotify cuenta con la nada despreciable cantidad de 550 millones de usuarios. Apple Music todavía se queda muy atrás con 101 millones. Pero lo que verdaderamente es importante para nosotros, es poner sobre la mesa que a las personas les encanta escuchar algo. Lo que sea. Durante el periodo entre el primer trimestre de 2020 y el primer trimestre de 2021, el total de usuarios activos mensuales de Spotify creció un 24% y sus ingresos aumentaron un 22%. Esta explosión auditiva se dio, principalmente, por los podcasts. 

Según un reporte de Insider Intelligence, en 2024, una quinta parte del tiempo dedicado cotidianamente a los medios digitales en Estados Unidos, corresponderá al audio digital. Para pintarlo de una manera más sencilla, podemos decir que en el 2020, las personas consumían 1 hora y treinta minutos de audio al día, mientras que en el 2024 será 1 hora y 45 minutos. Puede parecer poco, pero la realidad es que en esta sociedad en la que todos clamamos por tener más horas al día para rendir, quince minutos más invertidos en entretenimiento auditivo, es un gran aumento. 

Los podcasts son los reyes de la colina. La versatilidad que ofrecen al no tener que prestar atención con la vista o con las manos, hace que sean los perfectos copilotos en los trayectos en auto, ese compañero de trabajo que habla y habla sin parar (y que no se enoja si no lo pelas) en horas laborales, o la compañía necesaria cuando se está cocinando. Ya sea que se busque un tema especializado, o algo que pueda empezar hablando del henequén para terminar disertando sobre cómo le hace Stephen King para escribir tanto, los podcasts son un medio con un engagement tremendo. Y si tienes a muchas personas que te escuchan con regularidad, tienes un espacio que puedes convertir en dinero anunciando diferentes cosas.

Pero, ¿son los podcasts y las canciones los únicos protagonistas? La verdad es que no. Quizá por visiones modernistas que demeritan las apariciones espontáneas y virales en pos de contenidos más versados, el fenómeno de audios que aparecen en TikTok o Instagram día con día, es menospreciado. O, más bien, es pasado por alto. Pero en Gerundio nos encanta observar y escuchar a las personas, saber qué es lo que sucede a su alrededor y cómo sus comportamientos y aficiones van cambiando con el tiempo. Por ello nos parece interesante recalcar que, de hecho, estos audios virales se han convertido en un gran instrumento para diferentes fines. 

Alguien que aproveche esa fama warholiana y la utilice para construir una carrera en donde su carisma lo lleve a nuevos niveles, seguro que tiene muchos años de buen porvenir en su cartera. Pero también tenemos esos raros y esporádicos esfuerzos que dan resultados sorprendentes en cuanto a canciones virales. Realmente nadie ha descifrado ese misterioso algoritmo oriental que rige TikTok, es por eso que las estrategias tradicionales para posicionar una canción, parecen no tener efecto en la plataforma.

Un estudio del 2022 por parte de la agencia ContraBand, analizó las canciones de la lista Top 200 de TikTok que superaron el millón de reproducciones en Spotify y encontró que el 63.8% de ellas se hicieron virales gracias a “publicaciones orgánicas del artista y otros usuarios de TikTok” en lugar de campañas de influencers o anuncios de pago. Es interesante que, en un foro gigantesco, la democracia auditiva dicte el éxito. 

Regresando al fenómeno del Spotify Wrapped, hay personas que, con tal de “demostrar” algo, reproducen y reproducen y reproducen una canción o un artista determinado para ser los mejores. Es la competición la que, sin siquiera ser conscientes, está entregando mucho mejores números —sobre todo a la plataforma— pero también a sus artistas. 

¿Podríamos afirmar que el Wrapped es una estrategia de gamification que recompensa con mostrarnos un top? Si no conoces el término, te invitamos a leer este bonito artículo por acá.

El audio y su desarrollo en medios digitales es un fenómeno muy amplio y muy interesante para seguir analizando, ten por seguro que, desde acá, estaremos atentos a los cambios y tendencias —en éste y otros campos— que puedan impulsar tu negocio o iniciativa. 

¿Te interesa conocer y comprender mejor a tus usuarios? ¿Te llama la atención la investigación centrada en las personas para tu negocio? Mándanos un mensaje y veamos qué podemos hacer juntos.